Hoy no hablaré de política o de que Fulano robó a Sultano y Perencejo, hoy hablaré de esas pequeñas cosas que tenemos día a día y a las cuales no les prestamos la más mínima atención.
Es duro darse cuenta de todas las oportunidades que desperdiciamos, ver como el tiempo pasa y llega el momento en que te das cuenta de que no has hecho nada de tu vida o de que lo que has hecho lo has hecho mal, es duro darse cuenta de formas que no esperamos, que siempre nos dieron las pautas a seguir, las recomendaciones y las advertencias que debíamos tener para en dado momento no poner en riesgo cosas tan invaluables cómo nuestra integridad y nuestra vida.
Yo nunca pensé en las consecuencias que muchos de mis actos pasados y presentes podrían tener, cuando uno es joven sólo piensa en vivir el presente pero jamás piensa en las repercusiones que las decisiones que tomamos tendrán para nosotros y para los nuestros en el futuro, ahora estoy pagando las consecuencias de una vida llena de excesos e irresponsabilidades pero Dios, me ha dado una oportunidad más de seguir luchando, cuento con el apoyo de mi familia, la única que de ser necesario estará allí conmigo y con la cual por cierto he sido bastante ingrato y desinteresado.
No hago publico esto para generar lástima por parte de otras personas ni mucho menos, sino para que tomen en cuenta que cada uno de nuestros actos tiene consecuencias positivas o negativas pero que siempre tendremos que asumir con la frente en alto y seguros de que adelante de nosotros estará, como siempre una luz que guía nuestro andar y de la cual nosotros somos los únicos que decidimos si la seguimos o no, la vida está plagada de pruebas y obstáculos que superar pero es responsabilidad de nosotros también no asumir riesgos innecesarios que nos lleven en el futuro a pagar las consecuencias de lo que desde un principio nos advirtieron.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario